Autocultivo medicinal: una nueva salida.

¿Te imaginas vivir con una enfermedad que cada vez va a peor? Imagina que las medicinas no te ayudan en absoluto, cada día estás peor y nadie puede ayudarte. Esta es la situación que viven muchos niños en Argentina. Por ello nació Mama Cultiva Argentina. Se trata de un grupo de cultivadores, madres y familiares de niños con diversas enfermedades que la medicina tradicional no puede ni curar ni calmar los síntomas. El objetivo es el de cultivar de forma individual y colectiva el cannabis que necesitan sus hijos para poder vivir tranquilos, promover leyes que permitan y faciliten el uso del cannabis en forma medicinal y ayudar a la accesibilidad sin restricciones económicas a quienes necesiten este remedio. Luchan para conseguir la legalidad del autocultivo.

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A partir de su propia experiencia, y la de muchas familias en el mundo, se dieron cuenta de que el extracto de cannabis es una alternativa terapéutica eficaz para controlar convulsiones, aliviar los dolores y complementar otros tratamientos. Todo esto les garantiza una mejor calidad de vida a sus hijos.

Conoce sus historias

¿Podrías vivir todos los días de tu vida con 40 convulsiones diarias? Esa era la vida de Lara. Durante dos años su madre le estuvo proporcionando drogas legales que jamás le ayudaron en absoluto. No calmaban las convulsiones ni los dolores pero, no siendo eso suficiente, Lara cada día se iba desconectando más. Los médicos no eran capaces de darles más opciones. La vida de Lara se resumía a 40 crisis diarias y 720 pastillas mensuales, las cuales sólo le mantenían drogada. La desesperación llevó a su madre a buscar otras alternativas y decidió probar el cannabis. Ahora, tras cinco meses y  gracias a la valentía de su madre, Lara ha conseguido reducir sus crisis a una o dos diarias, en lugar de las 40 que tenía antes. Además, su medicación se ha reducido a menos de la mitad y se siente viva y muy alegre.

Pero Lara no es la única. Existen numerosos casos como el de Benjamín, un bebé que, al cuarto mes de vida, le apareció su primera crisis. Su epilepsia le atacó a su sistema madurativo, sin sostén encefálico y con una hipotonía importante. Tras 4 meses, sus crisis fueron aumentando de diez a 50 al día, así sucesivamente hasta que llegaron a las 200 diarias. Era un niño que cada día estaba más aislado, más drogado, era incapaz de interactuar… Su madre probó con el aceite de cannabis y sus convulsiones se han visto reducidas un 80%. Además, su hijo ya es capaz de conectar con el mundo exterior: llora, grita y se relaciona con normalidad.

Desde NaturalezaGrow apoyamos totalmente la decisión de estas madres. Admiramos su valentía, y esperamos que se aprueben las leyes necesarias para que tantos niños puedan obtener lo único que los calma y los devuelve a la vida.