Estrés en nuestras plantas de Marihuana

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El estrés sufrido por las plantas de Cannabis es algo que los cultivadores nóveles no suelen tener muy en cuenta. Es importante conocer los tipos de estrés que puede sufrir nuestra cosecha  porque si no lo controlamos, puede hacer que perdamos todo lo cultivado. Lógicamente esta situación afectará a nuestras plantas ya que, una planta de marihuana estresada ralentizará su crecimiento y su producción, llegando incluso a detenerla por completo.  Esto sucede porque la estaremos llevando al límite de sus recursos para poder sobrevivir.

Esta puede ser la causa de que tengamos cosechas muy abundantes y con muy buena calidad, y cosechas pobres en abundancia y de mala calidad. Se debe aprender a evitar el estrés en las plantas pero, si ya es demasiado tarde, podremos aplicar unos remedios para que los daños sean los mínimos posibles.

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Es importante entender que no todos los tipos de estrés en las plantas de marihuana son malos. Nuestras plantas pueden sufrir pequeñas situaciones de estrés que las obliguen a adaptarse mejor al medio y fortalecerse. Pero, al igual que ocurre con las personas, vivir una situación de estrés de forma prolongada sí que puede suponer un grave problema para su crecimiento y su floración. Es mucho más sencillo controlar las situaciones de estrés en un cultivo de interior que en uno de exterior.

Estrés en las plantas de marihuana

Tipos de estrés en las plantas de marihuana

  • Estrés medioambiental está relacionado con todos aquellos factores que se encuentran en el entorno de la planta y que puede afectar negativamente a su crecimiento y productividad. No sólo les afecta el problema de las sequías, inundaciones, salinidad y temperaturas extremas. Estudios recientes han confirmado que los cambios de intensidad de la luz les provoca estrés, así como el déficit de abonos inorgánicos, los cuales también tienen un papel importante en cualquier otra cosecha.
  • Estrés producido por la sequía. Las plantas pueden llegar a marchitarse debido a la pérdida de agua por transpiración (mayor que la absorción de agua por las raíces) en días soleados, secos o cuando la luz de nuestro invernadero es muy intensa. Es decir, el suelo no está lo suficientemente húmedo y eso afecta a su crecimiento. Aunque las plantas disponen de un sistema de control para combatir deficiencia de agua menos extremas. Lo que hacen es hacer una menor transpiración para reducir la pérdida de agua. También se ven afectadas las raíces ante una pérdida notable de agua. El suelo en el que cultivamos suele secarse de la superficie hacia abajo. Esto impide que las raíces pequeñas crezcan. El sistema radicular prolifera, de modo que maximiza su exposición a la humedad del suelo. Esto sucede gracias a la energía que emplean en esta acción, aunque supone también una pérdida de potencial de producción. Para esto te recomendamos el WATER SAVER DE EVOPONIC 250ML.
  • Estrés por exceso de agua. El exceso de agua es un problema gordo, ya que puede terminar con la vida de nuestra planta con más rapidez que una carencia de la misma. En los suelos que poseen demasiada agua, no queda suficiente oxígeno para las plantas. Sin oxígeno, comienza la respiración anaeróbica de las raíces, dando lugar a la producción de compuestos tóxicos en la planta. Entre los síntomas también se encuentra el marchitamiento y amarillamiento de las hojas. También puede provocar que se pudran las raíces y se obtenga un crecimiento irregular.
  • Estrés causado por exceso de calor. Las altas temperaturas pueden causar un daño directo en las plantas, aunque esto suele ocurrir por la falta de agua (a consecuencia del calor). También es bastante común que las plantas sufran quemaduras, debido a los rayos del sol. La planta intentará sanarse a través de la transpiración pero, si no hay demasiada agua disponible para llevar a cabo este proceso, la planta sacrificará parte de la superficie de sus hojas permitiendo que se quemen. Para esto te recomendamos IQUID ICE 250ML EVOPONIC (ANTI ESTRÉS CALOR).
  • Estrés mecánico. Es importante entender que nuestras plantas son muy sensibles a cualquier cambio en su entorno. Simplemente, introduciéndola en un invernadero o cultivo, estamos provocando estrés mecánico en las plantas. Tocarlas con demasiada frecuencia puede producirles enfermedades o lesiones en el tejido. Cualquier rotura de tejido, pérdida de ramas, hojas o daños en el tronco, será un motivo de estrés para la planta. Cuando nuestra planta se infecta con alguna enfermedad o es atacada por algún insecto, utiliza todas sus energías para defenderse de la plaga y se centra en sanar los daños ocasionados. Todo esto ralentiza su crecimiento. Es un tipo de estrés muy común de las plantas de exterior, ya que el movimiento del viento, los animales que pueda haber alrededor o simplemente el manejo frecuente puede provocarles estrés. Sacudir una planta durante algunos minutos al día puede dar lugar a tallos más cortos y a una planta de menor peso.
  • Estrés por salinidad. Un exceso de cloruro de sodio u otras sales es toda una amenaza para nuestra planta ya que da lugar a la reducción del potencial hídrico del sustrato. El exceso de sal puede causar una deficiencia de agua en la planta. Además, el sodio y otros iones como el cloruro resultan tóxicos para estas. Cuando lo encontramos en dosis muy altas, la planta es incapaz de absorber los nutrientes adecuados. Únicamente será absorbido el sodio. Para esto te recomendamos LIMPIADOR SALES GREEN PAI PAI.
  • Estrés por daños producidos por el frío y las heladas. Tanto el frío como las heladas son causas importantes de daños en plantas tiernas. Esto no quiere decir que las plantas más duras no puedan sufrir lesiones por el frío. Los síntomas suelen aparecer por la noche y afectan a muchos tipos de plantas. Las hojas y tallos adoptarán un color negro y los cogollos y las flores pueden sufrir decoloración.
  • Estrés por daños consecuencia del empleo de químicos. Cualquier tipo de químico, mal empleado o en la dosis incorrecta, provocará daños físicos en el cultivo. La mayoría de estas lesiones pueden provenir de pesticidas suministrados en exceso. La pulverización de los químicos suele ser una causa de daño en las plantas. Estos daños se suelen manifestar por manchas rojas, plantas raquíticas, deformadas o con tono general amarronado.

Posibles soluciones

El estrés mecánico no puede prevenirse en su totalidad, pero hay que tenerlo presente en todo momento. Para evitarlo en la medida de lo posible el contacto con las plantas debe ser mínimo. La clave para evitar el estrés por sequía, el estrés por exceso de salinidad y el estrés por exceso de calor hay que conseguir que la planta no  se seque durante la fotosíntesis. Pero debemos tener cuidado, no vayamos a provocarle estrés por exceso de agua. Intentar reducir los químicos al mínimo es una de las posibles soluciones para evitar el estrés por daños a causa de elementos químicos.

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