Cargando...Un buen conocimiento y control de la temperatura y la humedad relativa puede ayudarnos a maximizar el crecimiento y la floración de las plantas de marihuana. La calidad de la cosecha también se ve mejorada. Estos dos factores juegan un papel fundamental dentro de los procesos de las plantas.
A la hora de hablar de temperatura y humedad, es necesario hacer referencia a los que se conoce como Déficit de presión de vapor o DPV. Este factor hace referencia a la diferencia que existe entre la cantidad de vapor de agua que puede llegar a concentrarse en la atmósfera, la cual depende de la temperatura, y la cantidad de vapor de agua que hay en la atmosfera en un momento dado (humedad relativa). Si aportamos una correcta temperatura y humedad a las plantas de cannabis, el PV estará en los niveles adecuados para incrementar el volumen de la cosecha.
Pero, ¿cuál es el nivel idóneo de DPV? Es recomendable que este parámetro se mantenga en un nivel de 5 a 12. Para ser más específicos, el mejor rango es de 7.5 a 10.5. En estos barómetros, las plantas consiguen abrir sus estomas y a liberar una buena cantidad de vapor de agua al ambiente. El resultado es el aumento de la transpiración, la cual provoca a su vez un incremento de la actividad fotosintética de las plantas de marihuana. En este momento, las plantas necesitan un mayor aporte de nutrientes.
Si el DPV sobrepasa el barómetro de 12, las plantas cerrarían sus estomas para que no se evapore tanta agua. La consecuencia es una transpiración excesiva que daría lugar a la deshidratación. Por el contrario, si el DPV es demasiado bajo, las plantas también cerrarían sus estomas pero en este caso habría alcanzado ya su capacidad máxima de retención de agua. Por lo tanto, se reduce la transpiración y, con ellos, la fotosíntesis, lo que repercute en su rendimiento y crecimiento.
Cómo calcular el DPV
Para poder calcular el DPV es necesario que conozcas la temperatura y la humedad relativa del ambiente, ya cultives en exterior como en interior. Después de obtener estos parámetros, deberás dirigirte a la tabla de valores de presión de vapor saturado (SVP), que encontrarás más abajo. Una vez tengas todos los datos, solo tendrás que hacer una fórmula matemática. Es DPV = ((100 – RH)/100)*SVP. En este caso, la terminología RH hace referencia a la humedad relativa. Tienes que tener en cuenta que la tabla viene en hectopascales.
Una vez obtengas el DPV, puedes conocer el déficit de saturación. Esto quiere decir la cantidad de agua que falta inyectar en el ambiente para comenzar con el cultivo o propiciar su buen desarrollo. Para ello, deberás restar al SVP el valor que has obtenido con la fórmula, es decir, el DPV.
Cómo controlar la temperatura y la humedad en los cultivos de interior
Hasta ahora hemos hablado de la temperatura y la humedad que se generan al aire libre, es decir, al exterior. Pero, ¿qué ocurre cuando realizamos un cultivo interior? Las condiciones cambian totalmente. Se hace necesario utilizar equipos de iluminación artificial y equipos de extracción de aire. Con estos recursos se consigue controlar el clima en cultivos de interior. En concreto, se usan para emitir calor y expulsar la humedad que producen las propias plantas de marihuana. También tienen la función de inyectar aire nuevo y fresco al cultivo.
Si lo prefieres, puedes optar por los controladores de clima independientes. Se conectan a cualquier dispositivo y te da la posibilidad de controlar la temperatura y la humedad relativa que se genera en el espacio de cultivo. Estos aparatos también te permiten modificar la velocidad del equipo de extracción para ajustarla a las condiciones del ambiente, en función de si hace mucho calor o mucha humedad. A los controladores de clima puedes conectar varios aparatos, como son humificadores de aire o ventiladores.
Los valores de temperatura y humedad que fijes en el controlador de clima marcará el funcionamiento de todos los aparatos que conectes al mismo.
En el caso en que seas un cultivador experimentado y dispongas de cultivos ya optimizados, puedes optar por añadir CO2 al ambiente. Es una buena alternativa si realizas un cultivo de interior en espacios muy húmedos y fríos.
