Cómo regar correctamente las plantas de marihuana

Todas las plantas necesitan agua. En mayor o menor medida, pero todos los cultivos la necesitan para desarrollarse. Por lo tanto, debemos prestar atención a la forma en que regamos las plantas de marihuana, en cuanto a cantidad, calidad del agua, cuándo y cómo hacerlo, etc. Es un elemento fundamental.

Lo primero que debes saber es que la marihuana necesita bastante agua. Es de esas plantas que nos pide un regadío constante, pero hasta cierto límite. No aguanta bien los excesos de agua en la maceta y, si estos se producen, podemos tener problemas. Es por ello que explicamos a continuación como regar una planta de marihuana correctamente, con el objetivo de no quedarte ni corto ni largo.

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Consejos para regar la marihuana

Llevar a cabo el riego de nuestra planta de cannabis o marihuana no es tarea fácil. Equivocarse se convierte en algo sencillo pues, al pensar que necesita mucha agua, solemos extralimitarnos. Es importante seguir estas pautas para que nuestra planta cuente con el agua necesaria y no se vea perjudicada:

• Regar en abundancia. Sí. A nuestra planta de marihuana le gusta mucho el agua. Pero ojo. Es mucho mejor hacerlo de una sola vez, echando agua hasta que la tierra de la maceta esté bien humedecida, que hacerlo de forma continuada en dos riegos con menos agua. Después, cuando la maceta vuelva a tener la tierra seca, volveremos a regar la planta y echaremos los fertilizantes que sean necesarios. Recordamos: una vez en abundancia, mucho mejor que más veces en menos cantidad.
• Calcular la cantidad de agua. Para que no nos pasemos con el agua que vamos a verter sobre la planta, es mejor considerar antes cuánta cantidad voy a necesitar. Por ejemplo, si nuestra maceta es de 4 litros, debemos regar la planta con un litro de agua. Siempre debemos regar la marihuana o cannabis con un cuarto de la capacidad de la maceta. Si la maceta es de 7 li dividiremos por 4 y obtendremos la cantidad de agua que tenemos que echar, en este caso será 7li/4=1,75li.
• Regar 2 o 3 veces en abundancia. Para llenar con un cuarto de litro – según el ejemplo que hemos puesto, pero recordamos que siempre es el cuarto de la capacidad de la maceta que utilicemos – quizá hagan falta más regados. Aunque todo depende de la capacidad que tenga nuestra regadera. Es importante que el regadío se lleve a cabo de forma lenta y uniforme por toda la superficie de la tierra.
• Utilizar un sustrato adecuado. El tipo de tierra y los fertilizantes que utilicemos son determinantes en la capacidad de crecimiento que va a tener nuestra planta de marihuana. El sustrato debe proporcionar a la planta la seguridad de retención de agua y su correcto drenaje. Recordamos que algunos de los mejores sustratos son la fibra de coco, la arcilla expandida o la lana de roca, entre otros. ver + info sobre sustratos recomendados
• Contar con platos de maceta útiles. Estos platos ayudan a devolver a la tierra – gracias al efecto de capilaridad – el agua sobrante en menos de 24 horas. Si cultivamos en exterior es recomendable usar macetas blancas cuadradas.

 Cada cuánto regar nuestra planta de marihuana

La planta de marihuana o cannabis, como hemos visto, necesita de agua en abundancia para subsistir. Pero es importante saber cada cuánto hay que regarla. Damos estas sencillas claves:

• Lo primero a lo que tenemos que prestar atención es al tamaño de la maceta con la que contamos. Cuanto más pequeña sea la maceta respecto al tamaño que tiene la planta, necesitará regados más frecuentes.
• Otra consideración es el clima del lugar en el que nos encontremos. Si estamos en un sitio con temperaturas más altas, sobre todo en verano, y un ambiente seco, la planta necesitará de regados más frecuentes. Sin embargo, en ambientes húmedos o donde las temperaturas son más bajas, el regadío ha de ser menos frecuente.
• También hay que saber cuándo hemos realizado el riego de forma correcta. El truco más común y válido es intentar levantar la maceta. Si pesa más de lo normal y es difícil de mover de un lado a otro, el regadío se ha llevado a cabo de forma correcta. Pero, ¡ojo de nuevo! Esto conlleva un doble filo pues también puede significar que nos hayamos pasado al regar.

Para saber si lo hemos hecho bien tenemos que saber cuánto pesa la maceta antes de regar la planta. De esta manera, sabemos si nos hemos quedado cortos o largos al echar agua. Después de regar y constatar si el peso ha aumentado, debemos hacer lo propio en los días siguientes. De esta manera podemos observar en qué momento la maceta vuelve a su peso inicial sin regar y es la hora de volver a hacerlo.

Si llevamos a cabo el riego de esta manera, sabiendo cuándo lo hemos hecho de forma correcta, vamos a tener que regar las plantas en periodos de 3 a 6 días.

• El riego por goteo no es recomendable. Ya hemos explicado que las plantas de marihuana precisan de agua en abundancia, no un regadío continuado. Por ello, el goteo es poco recomendado, a no ser que tengamos las plantas en un invernadero. En ese caso también hay que llevar ojo con los sustratos que utilizamos.

Cómo evitar el exceso o la falta de agua en la planta de marihuana

Ya hemos mencionado que un buen método para saber si a nuestra planta le falta o le sobra agua es pesarla antes y después de llevar a cabo el regado. También es importante recordar que la capacidad en litros de la maceta determina la cantidad de agua que necesitará nuestra planta: un cuarto de la capacidad total.

Si vemos que nuestra planta tiene un aspecto decaído y con colores más apagados, significa que el agua que le estamos otorgando no es suficiente. Necesita más cantidad y hay que dársela para que pueda crecer. Además, otro síntoma es ver que la tierra está seca poco después de regar. Quizá la falta de sustratos también puede llevar a esto.

Por otra parte, el exceso de agua se detecta de forma rápida tras regar. Si el plato de la maceta se llena de agua, en los días siguientes le devuelve a la planta esa cantidad, pero puede que eso conlleve un exceso.

Al pasar el tiempo podemos ver cómo en los extremos de las hojas de nuestra planta de marihuana o cannabis se forman unas cortezas. Estas “manchas” de color marrón indican, sin ningún tipo de duda, que la planta está recibiendo más agua de la que precisa. Las cortezas también se pueden formar en la tierra, y para evitarlo podemos mezclar el agua de riego con aloe vera.

No obstante, hay que saber que los primeros síntomas que aparecen tanto por falta como por exceso de agua, son muy parecidos. Hay que pesar la planta y dejar transcurrir el tiempo para saber qué le ocurre a nuestra planta de marihuana en realidad.

Por último, es necesario hacer referencia a las últimas semanas de riego antes de la cosecha. En este periodo, la planta consume cada vez menos agua y hay que reducir de forma progresiva la cantidad. Si la tierra tarda demasiado tiempo en secar, puede crear moho dentro de los cogollos. El tiempo dedicado al cultivo y regadío habrá sido en vano.