Cargando...Ecuador ha aprobado el uso y la producción del cannabis medicinal y se suma así a una lista que no para de crecer. La Asamblea Nacional avala una reforma que elimina la sanción por posesión de fármacos que contengan cannabis como principio activo.
La Asamblea Nacional aprobó el martes por la noche una reforma de su Código Penal que legaliza el uso y el cultivo del cannabis con fines terapéutico o medicinales. De esta forma, elimina la sanción a las personas que utilicen fármacos que contengan cannabis como principio activo. De esta manera, se saca el cáñamo de la lista de plantaciones prohibidas.
Fue una sesión bastante controvertida, por lo que tuvo que votarse por separado. Fueron 83 los que votaron a favor de aprobar la reforma y permitir la producción, comercialización, distribución, uso y consumo, siempre y cuando estos tengan claramente fines medicinales o terapéuticos, tal y como se recoge en las legislaciones de países como Chile, Colombia y México. Aunque la mayoría fue clara, 20 asambleístas se posicionaron en contra. 23 se abstuvieron.
La legislación del cannabis medicinal fue uno de los cincos temas que se abordó por separado, ya que supone una enorme reforma del Código Orgánico Integral Penal ecuatoriano. El grueso de la reforma se votó y se aprobó en bloque.
Qué sucede con la producción de cáñamo
En cuanto a la producción de cáñamo, el artículo del Código Penal lo ha despenalizado y recoge ya a esta sustancia como una “sustancia sujeta a fiscalización”. Es decir, que se elimina así en la lista de drogas cuyo cultivo, producción y venta se encuentran prohibidos. Eso sí, no es oro todo lo que reluce y fija una condición muy específica para evitar cualquier tipo de sanción: debe ser cannabis no psicoactivo. Es decir, su contenido en THC (tetrahidrocannabidiol) debe ser inferior al 1% en peso seco. Esta sustancia es la responsable de los efectos psicotrópicos, al contrario del CBD, que es el que ayuda a aliviar los síntomas de diferentes enfermedades.
Así, la competencia para la regulación para los cultivos de cannabis pasa a manos de la Autoridad Agraria Nacional. Eso sí, quien hace la ley también hace la trampa. La posesión y consumo estarán muy condicionados a poder demostrar que se padece una enfermedad real a través de un diagnóstico profesional. Esta será la única manera de justificar el uso del cannabis medicinal, paliativo o terapéutico. Otra forma de justificación sería como ejercicio de la medicina alternativa con el objeto de garantizar la salud. Por tanto, no se puede realizar por cuenta propia.
